[29 May 2019]
Corrí fijo en la oscuridad
En medio de una tempestdad ominosa –
Nada más que soledad
En esta noche tormentosa
Donde quedaba mi ansia cariñosa.
El trueno: martillo y yunque,
Pero no me pareció que el viaje
Fuera largo aunque
Ésta, la tormenta salvaje,
Toda la noche perturbó el paraje.
Esa luz! Esa instancia
De cuando – o! la alegría de mi mirada! –
Ya en la distancia
La luz! La luz dichosa y sagrada
En su alcoba secreta y privada
Y con ganas poderosas
Cerré los ojos, subí la escalera.
Con manos temblorosas –
Y con oración sincera
Seguí buscando la luz en la espera.
Y la luz suave y brillante
Tan pronto me guio a su ventana abierta,
Corazón palpitante,
Mientras, casi despierto,
Se reclinó en la cama, descubierto.
Su bello rostro, velado
Por la luz tierna y lustroso en las sabanas.
Después yo, su deseado,
Subí por la ventana
Y ahi me uní a él hasta cada mañana.
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